Pantafotos

C uando ya parecía que las ubicuas pantallas habían conquistado el terreno, allá atrás, orgulloso y magnífico, surgió El Pasado, dispuesto a entablar batalla hasta el fin. No será una lucha fácil, creo, pero estoy seguro de que valdrá la pena el intento.

H ubo una época en que y toda familia gallega pretendía que al menos alguno de sus hijos se hiciese cura y eventualmente, otro militar. Esto ha cambiado, naturalmente, pero se conserva la tradición de que algún miembro. o más bien miembra , sea bruxa  por razones más bien prácticas, si no es por nada más.

N o sé quién imitaría a quién, pero con esto de las modas todos se copian unos a otros, las ropas, la manera de hablar, de pararse...

L o siento, pero creo que es de muy mal gusto, e incluso peligroso, asustar a las personas mayores con monstruos y calaveras, uno no sabe cómo pueden llegar a reaccionar.

H ace calor en La Coruña, inusual para esta época del año. me dicen. Hay gente en la playa, alguno, más curtido, incluso nada por la bahía, pero no me engañan, no, he preguntado y el agua está a unos 14 ó 15 grados, para nada invitante al chapuzón.

M ochilas de peregrinos recién llegados a Santiago de Compostela, una de ellas luciendo el símbolo tradicional de los peregrinos, la  concha de Santiago, colocadas afuera de la catedral, mientras sus dueños la visitaban.

U na hermosa ciudad, Santiago de Compostela, bastante concurrida, por cierto, en especial por esos mochileros que ahora se hacen llamar "peregrinos" (¡Vamos, vamos, peregrinos eran los de antes!). Bella arquitectura, en algunos casos incluso medieval, pero eso sí, algunos de sus habitantes me parecieron un poquito estáticos de más.

E s muy agradable perderse en las estrechas callejas de la parte vieja de Vigo, especialmente un domingo por la mañana, cuando están aún vacías.

E staba rodeado de tentadoras pantallas que le ofrecían un poco de todo, golosinas, juegos de azar, informaciones, pero él continuaba aferrado a su diario, como cada día, fiel o caprichoso, poco importa.

E l simpático perrito parecía estar feliz en el regazo de su dueña, que a su vez parecía estarlo también con el animalito en su falda, una situación inmejorable.

E l Claustro y Colegiata de Santa Juliana, una bella iglesia medieval en el poblado de las tres mentiras (ver entrada de ayer), no tendrá muchos colores, pero es espléndida.

D e Santillana del Mar dicen que es el pueblo de las tres mentiras; no es santo, ni llano, ni está junto al mar. Pero lo cierto es que es muy hermoso, todo de piedra y con toques de color aquí y allá.

E n verdad, cada uno se entretiene de acuerdo con su edad, a su manera.

E n el casco viejo de Bilbao la gente la pasa bastante bien, y por sobre todo, muy entretenida, cada cual como quiere, o puede.

P or el casco viejo de Pamplona suelen verse peregrinos que recorren la "vía láctea", el camino de Santiago, rumbo a Santiago de Compostela. Algunos locales " velazquianos " entre copa y copa suelen reírse un poco de ellos, pero sin maldad, tan solo unas bromas de ebrios.

U na incongruencia temporal registrada en el hermoso y antiguo café Iruña en Pamplona, fundado en 1988 y frecuentado por Hemingway, para mi serie sobre las pantallas a la cual ya me he referido anteriormente.

H oy fui al pueblo desde donde eran algunos de mis antepasados, Oñati, en Gupúzcoa, en el País Vasco. Ya casi no tomo fotos generales de paisajes, casi nunca las imprimo, pero sí algunas relacionadas con temas que estoy trabajando o que me recuerdan a otras que hice en el pasado, como ésta, que me recuerda  algunas que tomé en Venecia..

S an Sebastián es una ciudad bellísima, limpia, ordenada, alegre y por lo que ya he podido apreciar, una ciudad en la cual el arte se ha trasladado a las calles, como esta obra (cuyo autor desconozco) y que muestro en la foto de hoy.

R esulta interesante mirar Paris de esta manera, como a través del tiempo.

E l sábado por la tarde, los parisinos acuden a las márgenes del Sena a disfrutar del paisaje y olvidarse de su rutina semanal. (creo yo, no sé)

P aris es una ciudad con múltiples ofertas arquitectónicas, culturales y, para nada en último lugar, gastronómicas. Hay para todos los gustos y bolsillos, ni qué decir.

Y o soy un lector obsesivo, pero algunos me ganan, lo reconozco. Este caballero leía mientras hacía cola para utilizar el baño de la estación de trenes de Montparnasse, en Paris...

D ecididamente, las pantallas ya han dominado a la mayoría de los lugareños, tal una invasión alienígena, y estos están permanentemente conectados con ellas para pedirles permiso para hacer cualquier cosa.

C omo prueba de que mis denuncias (o quizás simplemente enunciados )  ( link ) son auténticos, he aquí una imagen que muestra a un nutrido grupo de pantallas en pleno acto de dominación de otros tantos seres humanos. ¡las fotos no mienten! (¡ja!)

P ara ser honesto, el paisaje no estaba tan mal de colores, con ese cielo tan azul interrumpido aquì y allà por esos copos de algodón, pero la voluntaria irrupción del juguete aumentó aún más el "contenido colórico" de la escena, Se agradece.

U na mañana magnífica, la de hoy, totalmente primaveral. Una multitud practicaba deportes a lo largo de la rambla, recorrìa los diversos puntos recomendados con motivo del Dia del Patrimonio, o simplemente paseaba, como el que suscribe. En Punta Carretas me encontré con este grupo de estatuas griegas en plena gimnasia, tan activos que hasta parecían de carne y hueso.