Al acecho

Fui a hacer un trámite al municipio y hubo un momento en el que me dejaron solo con todos esos sellos, ominosos símbolos de la omnipotente y omnipresente burocracia.
Mientras los fotografiaba para exorcizar su presencia, me acordé de una historieta del genial Quino que tenía precisamente un sello y a un burócrata como protagonistas. Luego también pensé -¡vaya asociación de ideas!- en los garfios y anzuelos clavados en la carne de los personajes de la serie Hellraiser de Clive Barker y en el título del famoso cuento de Onetti, El infierno tan temido. Todo eso provocado por unos inocentes sellos de goma.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway