No sé si trataba de un profeta, de un vagabundo, de un loco o de un filósofo, pero el caso es que el hombre se había parado de manos y nos veía pasar invertidos. O quizás fuésemos nosotros los que íbamos al revés y mediante ese truco él nos percibía al derecho, nunca se puede saber con absoluta certeza.
Comentarios
Publicar un comentario