Pasatiempos

El vendedor de garrapiñada apenas si prestaba atención a su humilde puestito y a sus eventuales clientes, enfrascado como estaba en una intrincada partida de ajedrez con su amigo, seguramente fiel a aquello de que "no sólo de pan vive el hombre".
Me gusta el ajedrez, pero más me gusta observar (y fotografiar) a los ajedrecistas, aunque no por ello dejo de reconocer que hay muchos, en especial los más jóvenes, que encuentran otros pasatiempos más entretenidos.

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