Mientras tanto



M
ientras aguarda en medio de la plaza a que vengan a pedirle listas electorales, el joven, abrigado con un "canguro" cuya capucha lo asemeja a un monje medieval, aprovecha astutamente el tiempo muerto leyendo su libro de páginas amarillentas, ensimismado en quién sabe qué viaje apasionante por esos mundos construidos con palabras.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway