Como al mal tiempo hay que ponerle buena cara, según dicen, al tiempo frío y con ocasionales caídas de agüita fresquita, como ocurre ahora, le pongo una foto sacada en un desierto y con calor, como para caldear el espíritu. Esta imagen la tomé durante el mercado de camellos de Pushkar,
o mais grande do mundo, al cual ya me he referido anteriormente, y puedo asegurarles que en esa ocasión hacía un calorcete más que respetable.
Comentarios
Publicar un comentario