Cuando vió al tigre, la niña se puso fuera de foco del susto, pero rápidamente se repuso y puesto que el animal también parecía estar algo borroso, tomó su cámara y lo encuadró con ella. Entonces lo pudo ver bien nítido, en todo su temible esplendor. A veces la cámara puede ayudarnos a ver un poco mejor el mundo que nos rodea.
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