Extraños


Iba camino al trabajo cuando me crucé con ellos. Estaban sentados al sol, probablemente eran un elfo y un gnomo o gnoma. No me vieron, por suerte, pues no sé cómo podrían haber reaccionado. El caso es que me apresuré a dejarlos atrás para ir a refugiarme en la seguridad de la agencia, donde todo, pese a lo que muchos puedan suponer, es siempre relativamente previsible.

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