Mientras aguardaban a que el asado estuviese pronto y mientras los niños hacían uso de la piscina en el jardín, a algunos adultos se le ocurrió parcticar algo de deporte para estimular el apetito y allí estaban, enzarzados en un tremendo partido. Nada como algo de actividad física para compensar una pantagruélica y ritual ingesta cárnica.
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