Evacuación

Aunque eran casi las once de la mañana, en esa parte del barrio, al menos, no se veía un alma. Estuve indagando un poco hasta que encontré la causa: un temible pulpo, émulo del muy nipón Godzilla, andaba por ahí, sembrando el pánico, obligando a los residentes a evacuar la zona. Apuesto a que la culpa de todo la tienen los japoneses con su bendita planta atómica que pierde...

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