Otro
hermano lector sumergido de cabeza en un universo de papel, aparentemente ajeno a la actividad que lo rodea. He estado haciendo lo mismo desde niño y no me arrepiento, pese a la advertencia que me hizo al respecto un joven compañero de trabajo a bordo de un barco en Brasil: "
El problema con la lectura, Pantaleón, es que termina convirtiéndose en un vicio".
Comentarios
Publicar un comentario