Tres princesas con frascos de perfume

Estas tres (supongo que) princesas se acercaban a los transeúntes y con gestos melifluos y sensuales se ofrecían a rociarlos con deliciosos perfumes, ofrecimiento que rechacé, pues no quería que al volver a casa mis gatos, tras olfatearme, me desconocieran.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway