La suerte esta echada (al abandono)
Ayer un amigo y colega me dijo poco antes de salir de la agencia "¡tenés que verlo, en el hotel a la vuelta están dejando de lado a la diosa Fortuna, la tienen tirada en la vereda!".
Salí presuroso cámara en mano y me encontré, efectivamente, con una larga fila de emisarios del azar esperando a que los embarcasen con rumbo a mejor puerto. Me pregunté de inmediato si la dirección del prestigioso establecimiento que hasta hace poco les había dado albergue había decidido reemplazar los traganíqueles por tableros de ajedrez o de go. A lo lejos me pareció ver la silueta ecuestre de don Julio César que, a punto de internarse en las aguas del Rubicón pronunciaba su famosa frase "Alea jacta est (la suerte está echada)". Echada, sí, pero en este caso, echada al abandono, pobrecita...
Salí presuroso cámara en mano y me encontré, efectivamente, con una larga fila de emisarios del azar esperando a que los embarcasen con rumbo a mejor puerto. Me pregunté de inmediato si la dirección del prestigioso establecimiento que hasta hace poco les había dado albergue había decidido reemplazar los traganíqueles por tableros de ajedrez o de go. A lo lejos me pareció ver la silueta ecuestre de don Julio César que, a punto de internarse en las aguas del Rubicón pronunciaba su famosa frase "Alea jacta est (la suerte está echada)". Echada, sí, pero en este caso, echada al abandono, pobrecita...
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