Casi en las nubes

El funcionario cambiaba la lámpara del farol en la plaza de Entrevero esta mañana allá arriba, entre edificios de diferentes épocas, incluido el Palacio Salvo -que en estos día estrena su domo sin la repudiable antena que lo afeaba- y se sentía tan bien que no se quería bajar. "¡Aquí se respira mejor y el panorama es espléndido!", protestaba cuando comenzaron a bajarlo a tierra.

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