El rey

Parecía un rey, en fin, más bien un pequeño rey, una especie de reyezuelo y su trono tampoco era gran cosa,  una sábana colocada sobre unos cajones, o algo así. Pero poseía un ejército poderoso de hombres valerosos y bien armados, siempre dispuestos a dar su vida por él. Eso lo hacía importante.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway