El final del verano

Se va el verano, será oficialmente reemplazado por el otoño en tan solo once días. Ayer el agua estaba estupenda: limpia, fresca sin abusar, calma. Pero hoy ha vuelto a soplar el malévolo Eolo, ahora del sur, el mar se ha encrespado y no da para bañarse a más de un par de metros de la orilla. Pero la retaguardia de los veraneantes aún lucha, se echa sobre la arena a leer, a charlar, de cara al sol, se niega a rendirse, como la Vieja Guardia de Napoleón, hasta el último rayo ultravioleta, broncearse o morir.

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