Tarde de domingo II

La pareja miraba con embeleso a su pequeño dando sus primeros pasos en su promisoria carrera de astro del balón. O simplemente querían verlo jugar, era un espectáculo muy interesante, un montón de ratoncitos correteando atrás de una pelota apenas más chica que ellos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway