Zombie

Parecía un zombie, lo juro, los huevos que le habían roto en la cabeza parecían masa encefálica y se movía con torpeza y los brazos extendidos en garras en una sórdida amenaza que una amplia sonrisa tornaba desconcertante. Luego comprendí de qué se trataba: era otro estudiante de la facultad de sociología que acababa de recibirse. Respiré aliviado, se escuchan muchas historias de los zombies, hay que andarse con cuidado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway