Náufrago
El joven náufrago se sentó junto a la orilla, sobre los escalones tallados en la roca y que conducía al misterioso templo en ruinas que ocupaba un lugar prominente en la isla tropical. Lo único que podía hacer era esperar a que llegase el rescate, así que mientras tanto extrajo de su morral el Kindle y encendiéndolo con un leve toque de su índice derecho, se puso a leer con renovado interés la novela de Daniel Dafoe que había comenzado al inicio del viaje y que, por alguna razón que se le escapaba, había cobrado de forma inesperada una nueva dimensión.
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