Primero de año

Como ocurre todos los primeros de año, la ciudad amaneció, al menos en el centro, desierta y soñolienta. Esta vez no he tenido que sortear botellas vacías ni demasiados restos de cohetes y fuegos artificiales como en otras oportunidades de camino de la agencia, ¿nos estaremos tornando más discretos con el correr del tiempo?

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