La escalera
Hace un poco más de 40 años, acababa de descubrir la obra de Cartier-Bresson y me había lanzado por las calles a encontrar yo también mis "momentos decisivos". Este en especial se dio en la Sociedad de Bellas Artes, en el edificio que hoy ocupa el Solís y pretendía ser una visión metafórica de la vejez, por eso de ir escaleras abajo y demás. Hoy soy yo el que se va aproximando cada vez más al final de su escalera, no sé si hacia arriba o hacia abajo, pero me apresuro a aclarar que mi caso no es igual, no.
Yo no me visto de negro ni uso pañoletas en la cabeza.
Yo no me visto de negro ni uso pañoletas en la cabeza.
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