Despistados

Lo primero que pensé al verlos fue que eran unos despistados; cómo es que se les ocurre circular en pleno centro de la ciudad con esas barcas de pesca tan lentas y poco maniobrables? Entonces me explicaron, con paciencia y empleando el tono que se usa con los niños pequeños, que era una protesta de pescadores por el daño ambiental que se viene produciendo en nuestras costas y que repercute negativamente en su trabajo. ¡Ah, claro, ahora entiendo!, les dije.  Era obvio que el despistado era yo.

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