Artigas XIII



Como si no hubiesen sido suficientes los azarosos momentos por los que nuestro prócer tuvo que pasar, me refiero a los problemas con los godos, primero y con la Junta de Buenos Aires y los lusitanos después, resulta que ahí lo pusieron, contra la pared y con un candelabro de Damocles encima de la cabeza...¡pero mire usted que hay gente desconsiderada por estos mundos!..

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway