Artigas XVI

Aunque la mañana estaba fría y brumosa, el prócer se arrimó a presenciar la llegada del ganador del famoso raid hípico de Aiguá. De pie sobre un pedestal ad hoc, saludó, sombrero en mano, la llegada del jinete, que siempre alegra el corazón de un paisano de ley el ver a un jinete bien montado llegar a la meta antes que todos.

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