El David XI

Minimizado por las dos grandes urnas colocadas para recibir aquellos votos que por su tamaño no quepan en las habituales, el Davis aguarda a que llegue el gran día, mañana, la (probablemente) primera vuelta de las elecciones. ¡El pobre está desesperado, no recuerda dónde tiene la credencial cívica! Es que no tiene bolsillos para guardarla y vaya a saber adónde la dejó...

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway