Ulises

Harto de estar lejos de su hogar, Ulises contempla desde el muelle la nao que lo llevaría de regreso a Itaca. "Y ya que estamos" -pensó el héroe- "podría llevar unas cuantas toneladas de petróleo para hacerme unas dracmas, que mal no me vendrían, después de haber gastado tanto oro y esfuerzo en esta guerrita inútil que seguramente todo el mundo habrá olvidado en un par de años". Un visionario, don Ulises.

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