Bienvenido/a a bordo


Está bien, no hay una alfombra roja para abordar y tampoco un mullido sillón para su trasero, pero, vamos, es una góndola y estamos en Venecia, después de todo, ¿qué más puede pedir?

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nao

En capas

Café en Broadway