Pantafotos

L o que le llama de inmediato la atención a un viajero llegado de una comarca más bien provinciana, como en mi caso, es la intensa actividad que se ve en ñas calles de Buenos Aires, importante incluso en un mes de vacaciones, como febrero.

N o toda la arquitectura interesante en Buenos Aires es actual. Cada vez que visito la ciudad voy a una cafetería que queda en Córdoba y Esmeralda, desde cuyas ventanas se puede apreciar un gran edificio antiguo del otro lado de la avenida. Su techo escalonados y asimétrico me recuerda un poco los dibujos de Bilal ( link ) .

L a llegada por el río a Buenos Aires es espectacular, con todas esas torres de reciente construcción alineadas como una guardia de honor para recibir a los viajeros.

L eer es una opción muy válida para pasar el tiempo durante la navegación y en este caso el hombre d la foto, posiblemente un corrector, lo ocupaba de forma productiva.

H acía seis años que no venía a Buenos Aires y en ese lapso cambiaron muchas cosas, algunas para mal. En el microcentro, por ejemplo, además de que han cerrado muchos antiguos comercios y sus locales permanecen tapiados, hay mucha gente en situación de calle, a veces familias instaladas en algún rincón con sus colchones. Los porteños parecen resignados a lo inevitable y haber aprendido a convivir con ello, aunque no les agrade.

E sta misma mañana me preguntaba ¿es el puerto de embarque de Buquebus en Colonia del Sacramento un no-lugar? ( link ). Probablemente, aunque no sea un aeropuerto y los puertos suelen percibirse de manera diferente. Mientras resuelvo el problema, aquí va la foto.

N o lo parece, pero es un laberinto, estaba oculto en medio de la ciudad, como un aleph y lo descubrí por casualidad. Intérnense en él bajo su propia cuenta y riesgo.

L a situación en Piriápolis es caótica, aparte de los colores del verano, que se han posicionado en las paredes, inamovibles y de las bandas de adolescentes que deambulan ociosos por el balneario, perros negros recorren sus calles con total desenfado e impunidad. Creo que ya es hora de que las autoridades (in)competentes tomen cartas en el asunto y pongan sus bazas sobre la mesa.

U na esquina de la muy antigua Santiago de Compostela, una ciudad famosa por algo, no recuerdo bien qué, supongo que por su entorno geométrico.

¿ Q uién dijo que pescar con caña no es duro? ¡Hay que doblar la espalda para ello, he aquí un ejemplo!

U na de las funciones sociales más importantes de las personas de edad es, sin duda, la de servir de ejemplo en su dedicación al trabajo para las generaciones más jóvenes.

C uando vi la escena sentí de inmediato que esas zapatillas rojas me recordaban algo. Más tarde, buscando en internet, me di cuenta que me traían recuerdos del cuento de Hans Christian Andersen, cuya obra completa leí en mi niñez, o de la vieja película inglesa que quizás ví en alguna matinée de cine de barrio, de esas de cuatro películas, años después de realizada, pues es del 48, el año en que nací.

N i siquiera en el restaurante la pantallita lo dejaba en paz, en todo momento el hombre tenía que reportarse.

¡ A quí va una prueba irrecusable de la persistencia de la siniestra Inquisición Española! En este callejón de la vieja Vigo he encontrado la característica Cruz Verde ( link ), probablemente olvidada tras el paso de algún Auto de Fe.

R econozco que puede ser incluso patológico, pero me gusta ir por ahí descubriendo armonías geométricas ocultas. Si están allí, será por algo, creo yo.

Aparte de simpático, este rincón de Vigo es educativo, nos dice que aunque vayamos hacia abajo, siempre existe, aunque parezca remota, la posibilidad de volcer a subir. Por lo menos yo interpreto así la idea de los urbanistas, prefiero pensar positivamente.

A veces se da una involuntaria, aunque oportuna intervención de la alcaldía, que con algún cartel de vivos colores convenientemente ubicado ayuda a mejorar la decoración del barrio..

P or estas tierras, una casa de poco más de cien años es considerada antigua. En España, las casas antiguas lo son de verdad. Me pregunto cuántos años tendrá esta simple casas de familia de Cudillero, en el norte de España, pero seguramente son bastante más de cien. No es por nada que nos llaman el "nuevo mundo"...

E n mi adolescencia, las motonetas, Vespas, todas ellas, eran vehículos corrientes. Luego dejaron de verse, no sé si porque se dejaron de fabricar, pero lo cierto es que han vuelto a ponerse de moda, o al menos eso me parece a mí. Esta en particular estaba situada de manera de obligarme a componer la imagen con ella un tanto desplazada del centro, excéntrica, si se quiere.

Q uería acercarme un poco más, pero la robusta gaviota me miró con desconfianza con el rabillo del ojo y al ver el tamaño de su pico, recordando aquella película de Hitchcock que tanta impresión me causara, Los pájaros ( link ) , confieso que no me atreví.

E ste encuentro casual en una calle de la hermosa (e hiperlimpia) Oviedo me recordó el antiguo refrán, " Dentro de cien años, todos calvos ". Como quien dice, una escena de sabiduría popular en la calle.

V ista de la entrada de un hermoso y tradicional pueblecillo en el norte de España, con todo el encanto de la vida pastoril, simple y apacible.