Pantafotos

S e cierra el año y lo pasamos en un balneario paradisíaco junto al mar, disfrutando de amables paseos en bicicleta por un paisaje de ensueño y demás maravillas.  ¡Feliz 2015 para todos!

B uscaba una foto al azar para subir a la página y me encontré con ésta, que no recordaba y me saltó a los ojos inmediatamente. Por algo será, a veces el archivo fotográfico puede funcionar como la Biblia, o el I Ching, en los cuales uno los abre en una página cualquiera y luego procura descifrar el mensaje o significado de lo que está escrito.

H oy retornó la sequía a Piriápolis, ni una gota de agua a partir de la media tarde, vuelvo a tener visiones de desiertos lejanos, como esta imagen tomada en el Rajastán, en el noroeste de la India, con camellos y todo.

A yer y parte de hoy faltó agua en Piriápolis, agua potable, que de la de lluvia hubo para repartir. Fue sorpresivo y no dio tiempo a tomar providencias, de modo que estuvimos casi 24 horas con muy poca agua, aparte de la embotellada. Por momentos uno se sentía como en un desierto, Pero era una mera impresión y errónea. Desierto es el de la foto, por ejemplo, el de Atacama, en el norte de Chile.

L lueve en todo el país desde hace horas, está todo inundado, mantenemos puertas y ventanas cuidadosamente cerradas para que no se nos metan los surubíes dentro de la casa. Como no se me ocurrió salir a mojarme para fotografiar, aquí va esta imagen de un lugar adonde llueve realmente en serio, en la India. Allá sí que se inunda todo, el agua es a la vez una bendición y un desastre, pero como la gente ya está habituada, se lo toma con mucha calma.

U n   compañero extranjero del desk de AFP  me comentó que otros colegas le dijeron cuando llegó que durante la Navidad y el Año Nuevo, el cielo de Montevideo parece el de Bagdad durante los ataques aéreos estadounidenses. Anoche, como todos los años de un tiempo a esta parte, los fuegos artificiales iluminaron el cielo de medianoche y las bombas de estruendo aterrorizaron a los pobres perros y gatos que no sabían dónde esconderse (parece que nunca incorporaron la técnica de taparse las orejitas con la almohada). Aunque no estaba bien ubicado para la foto, la pereza me hizo tomarla directamente desde la ventana el edificio en el cual me hallaba, que sirva como ilustración de lo que digo y acompañe mi deseo de una feliz Navidad para los visitantes de esta página.

T omé esta foto en diciembre de 1994, hace 20 años, que podrán no ser nada para el autor del tango, pero para los demás, entre quienes naturalmente me incluyo, son bastantes. El bar de la foto, cuando disparé la cámara ya estaba cerrado hacía tiempo, pero hoy un enorme baldío ocupa su lugar en la ciudad. Esta noche elevemos nuestra copa en un brindis por los que ya no están, y entre ellos, por este humilde bar que tantas alegrías le habrá dado a sus parroquianos,  acodados en el mostrador,con una copa en la mano de algo fuerte que provocase euforia, placer o simple amnesia.

O tra imagen de formas geométricas para mi colección, o serie, lo que sea, La playa está momentáneamente vacía a causa del mal tiempo, pero siempre hay algo para ver.

C omo hoy llovió y no estuvo bueno para hacer playa, una vez más la banda de los perritos negros la ocupó, retozando a gusto sobre la arena sin la molesta presencia de esos humanos advenedizos que vienen únicamente cuando hay sol.

¡ P or fin esta excelsa explanada se puebla con los auténticos habitantes de este país! -exclamó El David al ver a los danzarines ataviados de paisanos y chinas. El florentino estaba cansado de ver gente vestida como en Europa y ansiaba ver a los auténticos pobladores del Uruguay profundo ...

N o tengo idea de hacia dónde se dirigirían con aire tan resuelto a esa hora de la mañana, cuando los comercios recién estaban abriendo y aún había poca gente circulando por las calles, pero lo que me queda claro es que de a dos les resultaba más fácil.

L a misteriosa secta secreta se reúne semanalmente en una siniestra mansión en ruinas cuya entrada está decorada con imágenes de deidades egipcias, o más bien, egipcioides , y allí un ominoso cartel anuncia que está prohibido nada menos que estacionarse, da miedo tan sólo el mirarlo.

N o soy yo, claro, yo estoy detrás de la cámara y no me ven, pero también soy yo, o mejor dicho, yo soy como él, leo durante mis vacaciones. A un promedio de un libro cada dos días por fin me voy actualizando con mi biblioteca, aunque haga otras cosas también, que para eso son las vacaciones.

H acinados frente a una gran pantalla, la mayoría de pie y los más previsores sentados en sus sillitas de playa, indiferentes al mar azul que los convocaba inútilmente, el público miraba la transmisión en directo en la que unos avezados conductores les describía las bellezas del balneario en el que estaban y cómo éste había sido planeado de frente a mismo mar al que ahora todos le daban la espalda, hipnotizados por el breve rectángulo de luz como ratoncitos ante una serpiente.

H oy ocurrieron varias cosas en la habitualmente adormilada Piriápolis: inauguraron la nueva rambla "estilo Niza", con la presencia del popular (muchos dicen que también populista) presidente Mujica y además de actos festivos varios, se cocinó la tradicional paella gigante de inicio de temporada. Ni que decir que se había congregado una multitud, pero yo no fotografié nada de eso, lo mío es lo periférico, lo anti-periodístico, si se quiere, el hecho aislado que halla refugio en el visor de mi cámara, como uno de los cinco sirios que probablemente tuvieron la suerte de que en algún momento tuviesen sus destinos cruzados precisamente con el de Mujica, y terminaron refugiados en un país que podrá no ser tan seguro como Guantánamo, con todos sus marines armados hasta los dientes, pero que con certeza es infinitamente mejor.

A udaz, la sombra se arrojó sobre lo que tomó por una sinuosa congénere con ánimo de robarle un beso, para descubrir con disgusto que no se trataba más que de una falsa sombra, pintada sobre el cemento de la vereda de la rambla de Piriápolis.

P or fin llegué a Piriápolis a pasar algunos días de vacaciones junto al mar y la playa me recibió con todos los honores: tras descender por la suntuosa escalera de mármol que desemboca en las doradas arenas que lamen las olas con indisimulada lujuria, me recibió una guardia de honor. No puedo quejarme, he irrumpido en el balneario con el pie derecho.

L a entrada del túnel que recorre una buena parte de la ciudad, esa misteriosa ciudad subterránea de la que apenas unos pocos están al tanto y a la que aún menos se atreven a referirse, está protegida por gruesas rejas y custodiada por un pequeño, pero extremadamente malévolo enano, conocido como El Enano Maldito.

L a arrojada esgrimista cruzaba aceros (bueno, en fin, plásticos...) con el enmascarado, lo cual denotaba, o bien gran coraje o en su defecto, gran ignorancia, pues el de la capa negra era nada menos que Zorro, el foragido bueno de las historietas, todo un héroe y un imbatible espadachín.

T odo estaba dispuesto, los personajes cuidadosamente distribuidos sobre el escenario, de un momento a otro comenzaría la función.

A lli estaban sus bicicletas, perfectamente alineadas frente a la pantalla, pero ni rastro de sus propietarios. De todas formas era irrelevante, porque no había ninguna proyección, no eran más que ausencias.

T odos impacientes, hombres, mujeres, jóvenes y no tanto, el David...¿qué esperaban? Ya ni me acuerdo, quedó la escena como recuerdo, nada más.

I nspiradas por el atlético porte del estatuesco personaje al fondo, las chicas se matan haciendo aerobics para mantenerse esbeltas y deportivas. Sí, claro, porque todavía son jóvenes, vamos a ver dentro de diez años cuántas horas de gimnasia por día tienen que hacer para seguir en forma...

¡A hora la cosa se pone buena! -pensó don David, viendo los preparativos para los partidos de fútbol y tenis que se iban a desarrollar frente mismo a sus narices. Al atlético florentino siempre le apasionaron los deportes.

E l David va de compras a la feria, pero por suerte no debe alejarse mucho de su pedestal, todo está ahí mismo, casi al alcance de su mano.

¡ D escubra la imagen del David en medio de ese caos propagandístico y gane importantes premios!